Hay conclusiones que la lógica no deja lugar a duda, como: “Que paguen los que contrajeron la deuda o los que hicieron que se contrajera de forma ilícita”. Es un razonamiento tan aplastante que difícilmente alguien estará en su contra.
Lo que ocurre es que a veces este tipo de razonamientos vienen acompañados de una verborrea marxista que automáticamente nos hace pensar dónde están las falacias, mentiras, medias verdades y el argumento falsario a que nos tienen habituado. Y si se busca se encuentra, es como la setas, si ha llovido aparecen. Ocupar el tiempo de uno en refutar a un colectivista convencido es pérdida de tiempo asegurada; más que nada porque no son honestos con el contrario.
El que alguien posea un título académico, solo indica eso, que tiene un título académico. El conocimiento es una cosa bien distinta. Pongamos por caso a la acémila que se ha pasado toda su vida dando vuelta alrededor de una noria extrayendo agua, se le ha concedido con todos los honores el título universitario de aguadora. La discusión más probable que pueda mantener esta acémila, soltando alguna que otra coz, es que la tierra es redonda, es decir de forma circular o esférica ya que toda su vida se la ha pasado dando círculos, es innegable que tiene razón, pero de forma conceptual todos sus argumentos serán un despropósito.
Sr. Rallo siento mucho bajar el nivel altísimo de los comentarios que habitualmente tiene este blog, y en los que nunca me hubiera atrevido a intervenir si no fuera porque últimamente se están degradando posiblemente con vista a las próximas elecciones políticas de 2015.